YouTube ya está inundado de pseudocríticos

 Aquí una muestra más de gente que está realmente al pedo y que su conocimiento teórico y bases estéticas para juzgar al cine son mierda. https://youtube.com/@VigilMotion?si=LnjEXbdr46fDNhPO

Para muestra basta un botón.

Este personaje igual que otros es tan burro como para cometer errores conceptuales hasta en los títulos de los videos. Qué purga necesita esa plataforma.

La mejor hora para escribir, a la madrugada

 No estoy seguro porque suelo ser tan productivo con los blogs cuando me desvelo a cualquier hora de la madrugada. Escribo sin culpa, tranquilo de que lo que sale me deja conforme en mi pretensión no muy alta, aunque tampoco de escritor de un subnivel. Hace bastante que no lo hago en la comodidad del escritorio frente al teclado de la computadora. El corrector automático ayuda bastante a completar la tarea en un entorno de trabajo quizás menos óptimo. Escribo hasta que me canso y después me duermo. Podría hablar de algún otro tema, muchos hay. Importantes en mi vida, cómo permití que me usaran, el modo en que me quisieron arruinar profesionalmente. Eso se lo dejo a Dios, el pondrá las cosas en su lugar. Yo me voy a dormir y voy a estar en paz. Sean felices y que el Creador de las cosas buenas que vivimos los acompañe si realmente lo merecen. ☺️

La Cosa Cine, su desaparición y las razones. Indagación

 

Hoy escribo de una revista que fue muy querida en mi corazón. Busco entender su desaparición de los kioscos. Navegar en su fracaso. En otro post hablaré de su éxito y aspectos positivos. Ahora toca lo malo.

Esta revista aparece a mediados de los noventa producto del entusiasmo de su editor al tener acceso a un dinero. Así lo cuenta él. Buscó un socio y entre los dos llevaron adelante el proyecto. La revista que trataba de temas de nicho no dejaba muchos ingresos. Se cuenta que muchas de las colaboraciones no se pagaban por lo tanto. O se pagaba con especias. Entiéndase DVDs y Merchandising de películas. Así y todo la revista era muy profesional en su formato de publicación. 

La distribución en los primeros años fue pésima. Recuerdo que a Neuquén llegaba un día sí otro día no. Así la conocí. Me encantó el humor, la redacción y los datos de La Cosa. Se volvió mi referente de cine junto con el libro Cine Bizarro de Curubeto. Veía la vanguardia contracultural en sus páginas.

Pero dije que iba a centrarme en sus fracasos. Esos llegaron tarde y cuando la cancelación tocó a sus puertas. Varios factores pueden citarse: llevar adelante una publicación en papel en épocas que todo se pretende digital, la baja calidad del contenido y la inminente llegada del COVID.

El COVID no creo que sea un factor esencial, pero sí que tiró por la borda toda esperanza de resurrección en papel.  De hecho el último número en formato físico dice enero -febrero 2020. Por lo tanto esa dificultad de distribución fue una causa de la no salida en formato físico.

La baja calidad del contenido es otra. Hacía rato que los temas giraron a tópicos más comerciales: el cine bizarro y fantástico dio paso al cine fantástico y luego al cine y más tarde al cine y series. Todo para tener más lectores del tipo gustos generales. Con estos cambios de etiquetas venía cierta pauperrización de lo que se transmitía. Se jugaban menos al defender el cine clase B o de trazo grueso. Lo oscuro y poco conocido cedía su espacio a lo masivo. Al principio ambas cosas convivían en sus páginas. Luego una mató a la otra al ritmo en que la industria cinematográfica asimilaba todo lo contracultural o de gusto popular que no había sido explotado en exceso. Y las notas monográficas cambiaron a reseñas escuetas o anecdotarios breves. El humor que hoy estaría canceladísimo se ocupó con parafraseos de tipo woke con lenguaje inclusivo. Hasta la náusea.

Se volvía muy difícil leer y disfrutar la revista en esos últimos años. Y pienso que tampoco lograron tener un público fiel entre los posibles nuevos lectores que se pudieran sentir atraídos ante su forma y contenido. 

Y si hablamos de lectores poco fieles y de baja circulación surgida en parte por la inminencia y facilidad de acceso a la información digital ya es crónica de una muerte anunciada.

En otros lados del mundo todavía siguen dando vueltas revistas de temas de nicho: el terror, la ciencia ficción, lo bizarro. Pero Argentina no es tierra para sueños alocados. Por eso desapareció la única revista que orgullosamente defendía lo contracultural en el cine. La extraño, incluso me puse a leer sus últimos números tangibles, aunque sean muy poco disfrutables. Hay un espacio vacío sin ella.

Ojalá volvieras con toda tu gloria.

La industria de la falsa denuncia

 Entre astillas de cristales de estas generaciones de jóvenes que ante cualquier molestia denuncian para sacarse de encima a los que les piden esfuerzo para construir el futuro; me toca vivir. Una verdadera época de mierda. Salimos de la complacencia de encerrarse por el COVID a la complacencia de la peste mental woke que fragilidad la mente hasta volverla imbécil y a los jóvenes los malcría para que se responda a todas sus exigencias caprichosas o de los contrario ser juzgado y cancelado o falsamente denunciado. Da lo mismo para la generación de la no inventiva y la innovación. Habrá que ver qué pasa en treinta años con otra generación. Esperemos que ellos sí representen la esperanza que los adultos ponen en la juventud.

Debe saberse la verdad (I)

 Yo soy Mauro Cosentino. El autor de este blog desde hace años. Supe ser docente en varios establecimientos. Tengo problemas de salud mental. Siempre busqué sobreponerme a ellos para ser alguien productivo para mí y la sociedad. No ha sido fácil. Traté mil veces de tapar mis problemas. Pero ellos salen a la luz. Aquí en este lugar les doy espacio. Me hago cargo de mis errores y de mis aciertos. Pero NUNCA lo haré de cosas que yo no hice. No sé manejar las acusaciones falsas. Por más que hoy ello sea el pan nuestro de cada día. Y además no me creo ser ejemplo de nada. Intento hacer las cosas bien al nivel que me es posible. Pero ya no tanto. Por eso tengo mis dos intentos de suicidio documentados y registrados en el sistema de salud pública. Eso no me vuelve un sujeto inútil o peligroso. Lo seré para mi mismo en todo caso. Las internaciones no son agradables. No lo recomiendo. Recomiendo que intenten ser felices a pesar del horror que nos rodea. Yo quise hacerlo y fracasé. También aprendí a perdonar a una persona que me deseó todo el mal que estoy viviendo. No puedo perdonar a todos. Pero a ella sí, ya no me importa. Por eso, digo, no soy alguien que eduque con el ejemplo, solo enseño cosas buenas. El deseo de morir no es Educación, es parte de lo que soy y necesita ser estudiado a lo sumo, no ser dictado. Nunca lo pretendí ni lo haré.

Ahora sí. Lo último

 Resulta que venía bien. Arranqué el laburo 2023 a buen nivel de desempeño. Cercano al 2018. Pero se pinchó el globo. Ahora soy de los desacreditados. Y bueno, llegó la hora de decir chau. De vuelta recurrí a mi superwarfarina. Pero está vez me voy a bancar lo que dure el proceso. Sin visitas al hospital. Le digo Chau a mi Mamá y a mis hermanos Matías y los dos Alejandros. A Fernando hubiera querido conocerlo un poco más. De mi familia biológica guardo cariño a mi hermana Romi y su Familia y a mi hermanita Agus. Amor para Carmela, a quien le fallé miserablemente, pero que deseo que sin mí en el camino consiga su ansiado proyecto. A mi querida amiga Juli le agradezco la compañía durante los primeros brutales meses de la pandemia. A María... Le mando todo mi amor, gracias por darme un espacio en tu corazón. Me despido del mundo de la noche y del día también. Espero que los que invirtieron su odio en Mauro obtengan su veneno que los mantiene con vida. Me voy, pero no lo hago por rendido, lo hago ya que nada queda para hacer. Objetivos cumplidos.

El hijo de las tinieblas (Child of Shadows) de John Coyne

    

 Tengo la muletilla de decirle a la gente que lee (a los otros no les importa un carajo) que nadie debe privarse de la experiencia de una novela mala por año. Hoy nos congrega esta reseña de una obra de John Coyne: El hijo de las tinieblas. 

    Conseguí esta novela el año pasado en General Roca. Decidí estar un par de días en mi ciudad natal, muy bien hospedado y atendido por los comerciantes locales. Jamás había pasado más que unas horas en ese lugar desde que había nacido. A nadie le importa esto, claro; pero quiero introducir los hechos de cómo adquirí este libro. La edición es de la legendaria editorial Martínez Roca. Pertenece a su colección de tapas blandas GranSuperTerror. La misma tiene publicadas unas cuantas cosas interesantes de Stephen King, Dean Koontz, T.E.D. Klein y otros. No me generan rechazo los bestsellers de "terror" creados con pocas o nulas pretensiones de que la literatura sea una objetivación artística trascendental. Puedo disfrutarlos, sin verlos como un guilty pleasure. En resumen, en una librería de viejo (¿la única?) de mi lugar de nacimiento encontré esta ¿maravilla? 

    En la portada nos invita a sufrir un niño calvo con ronchas en la cara y aspecto aterrorizante. Dentro, lo que encontramos es literatura empobrecida como si se tratara de un metal noble que ha sido derretido y vuelto a forjar cientos de veces, contaminándose de impurezas en cada nueva repetición del proceso.

    Argumentalmente nos encontramos con la historia de una asistente social que encuentra un niño ¿salvaje? en los túneles de los subterráneos neoyorkinos. La joven, contraria a cualquier sentido común, se lo lleva ilegalmente a tierras hillbillies de Estados Unidos. Luego empieza una sucesión de asesinatos dignos de el slasher más comunardo que podamos encontrar en una plataforma de contenidos o en la TV por cable. El autor adereza todo con elementos eróticos cuasi-pornográficos. La verdad es que da un poco de bronca que los elementos de este tipo estén tan pobremente integrados en la mayor parte de la literatura contemporánea. 

    De la prosa diremos lo justo por tratarse de una traducción. Puede señalarse que el sistema adjetival y campos lexicales son de poco vuelo. Párrafos eternos adornados de descripciones insulsas. Armada en torno a veintitrés capítulos que se hacen larguísimos y con un erróneo sentido del dramatismo y el suspenso, muchos pueden sentirse tentados a saltearse varios de los mismos. Al describir, sobre todo la violencia, Coyne es gráfico, supongo que para crear la sensación de  malestar en el lector. El universo ficcional está lleno de personas mezquinas, o muy ingenuas como la protagonista, puede decirse que la voz narradora tiene un toque excesivamente nihilista y a veces lleno de un sadismo que no apunta a lugares preocupantes. Esperemos que estos rasgos no sean propios de la personalidad del autor, un señor ya anciano en nuestros días.

    Para terminar, señalo que el escritor tiene su "culto" (muy apropiado término) dentro de la  gente especializada en la literatura de horror. Salgo del lugar común de decir que el horror es pasar por la lectura de este tipo de material. I'm trying Ringo...

    El libro pretendo conservarlo, un tiempo. Después de todo es de Martínez Roca, y ya por su presentación, detalles de encuadernado y arte gráfico es un tesoro y muy buscado, claro. Y es otra no-joya para mostrar cuando subo fotos de mis colecciones a las redes sociales.